miércoles, 12 de junio de 2013

La elegancia no consiste en ponerse un nuevo vestido.


 Para ser y estar siempre elegantes lo primero es conocernos a nosotros mismos. Si existe un secreto de la elegancia ese secreto es el autoconocimiento. Conocernos nos ayuda a distinguir entre lo adecuado y lo excesivo o innecesario, para encontrar así la belleza en nuestro cuerpo, en la ropa que usamos o en los objetos que nos rodean.

 En cuanto a ropa, debes saber que la elegancia no está vinculada al dinero y que menos es más, no uses demasiados accesorios ni muchos estampados juntos. Elige cada prenda con cuidado y detalle. También ten en cuenta el maquillaje, nunca te excedas con él, recuerda que el mejor maquillaje es aquel que destaca nuestros rasgos aumentando nuestra belleza, sin sobrecargar nada.


 Pero por supuesto que la ropa no es lo que evidencia si somos o no elegantes, la elegancia única y verdadera está en la mente. 




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